Suiza es un país espectacular, que te sorprende a cada instante. Se conoce en todo el mundo por fabricar unos chocolates adorables y relojes que no fallan nunca. También se ha hecho famosa por sus fabulosos picos nevados y paisajes de ensueño. ¿Qué ver en Suiza? Es una pregunta para la que hay cientos de respuestas.
Los suizos no solo tienen uno de los índices de calidad de vida más altos del planeta, sino que además cuentan con un territorio privilegiado. Se le considera una de las naciones más verdes de Europa y también una de las que ostenta mayor riqueza cultural.
En Suiza hay básicamente tres regiones bien diferenciadas: la alemana, la italiana y la francesa. Cada una de ellas tiene una lengua diferente y, por lo tanto, una cultura propia. Esto, unido a la diversidad geográfica, hace de Suiza un destino que promete una experiencia variada y estupenda.
Si la pregunta es qué ver en Suiza, enseguida te damos algunas posibles respuestas.
Qué ver en la Suiza clásica
La Suiza alemana es la más conocida, la más visitada y una de las más interesantes. Se trata de una región llena de atractivos, que se ubica en el corazón del país y de toda Europa. Obviamente, allí predomina el idioma alemán y la mayoría de sus habitantes tienen ascendencia germana.
En la Suiza alemana está lo más típico de este país alpino. Podrías tardarte varios meses visitando sus múltiples atractivos. Sin embargo, si no dispones de tanto tiempo y quieres saber qué ver en Suiza alemana, te recomendamos estos sitios imperdibles:
Berna
Sorprendentemente, muchos no saben que Berna es la capital de Suiza. Tampoco saben que se trata de una ciudad preciosa, cuyo casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Es toda una cajita de sorpresas, con sus tiendas pintorescas y sus bares subterráneos que vale la pena visitar. La Torre del reloj, así como la Catedral y el Palacio del parlamento son sitios bellísimos que no te puedes perder.
Zurich
Zurich es la capital financiera de Europa, pero también una ciudad estupenda, especialmente para los amantes del arte. Tiene infinidad de galerías, tiendas de antigüedades y pinacotecas. En total son casi 200.
También es sede de varias tiendas y casas de moda que tienen lo último de las colecciones más importantes del mundo. Una ciudad sofisticada y con personalidad, enmarcada por el telón de fondo de Los Alpes.
Lucerna
Lucerna es una ciudad fantástica. No por nada se le puso el nombre “Claro de luna” a la sonata de Beethoveen, en honor al hermoso Lago de Lucerna.
El poeta Ludwig Rellstab vio una clara relación entre la pieza del genio alemán y los evocadores paisajes de esta ciudad, situada a orillas del Lago de los Cuatro Cantones. La zona medieval contrasta con el área moderna, de una forma fabulosa. Imposible dejar de visitar el Puente de la capilla, uno de los más antiguos de Europa.
Interlaken
Interlaken es el punto de confluencia de diversas redes de transporte. Allí se encuentran más de 45 líneas de ferrocarriles de montaña, con un complejo de funiculares aéreos y una red de senderos fabulosa. Ideal para ir en cualquier época del año y para iniciar interesantes excursiones desde este punto.
Zermatt y Grindelwald
Zermatt es uno de esos lugares en donde puedes encontrar lo esencial del espíritu suizo. Si hay algo que ver en Suiza, eso es Zermatt, con una de las estaciones de esquí más famosas del mundo y un paisaje como para morirte de la emoción. Tiene además unos restaurantes de primer nivel, con lo mejor de la gastronomía internacional.
Los amantes de los deportes alpinos también tienen una magnífica opción en Grindelwald, donde se encuentra otra de las estaciones de esquí más famosas del planeta. El entorno natural es absolutamente maravilloso, por lo cual fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Las Cataratas del Rin y el Lago Oeschinen
Si vas a Suiza tampoco puedes perderte una excursión a las Cataratas del Rin. Son majestuosas y permiten hacer un paseo en lancha, de esos que nunca se olvidan. Entre tanto, el Lago Oeschinen es un paraíso alpino, de color azul turquesa, ideal para un paseo familiar, romántico o con amigos. Su belleza es estremecedora y el trayecto para llegar se hace básicamente en telecabina, lo cual añade magia al recorrido.
El Ticino
La Suiza italiana te hace sentirte en Italia misma. Tiene una arquitectura muy característica, en la que se nota claramente la influencia de sus vecinos italianos. Allí se habla, cómo no, el idioma del país de la pizza. Hay mucho para ver en esta región pero hay tres sitios que merecen especial mención:
Lugano
Lugano es una ciudad hermosa, llena de atracciones. Una caminata por el Lago di Lugano es uno de esos planes que te permiten compenetrarte con un paisaje alucinante y pasar un rato largo, sin pensar en el tiempo. Es más que recomendable aprovechar la visita a esta ciudad para ir hasta la cima del monte San Salvatore, a la que se sube en un simpático tren cremallera.
Bellinzona
Bellinzona es la capital del Ticino y la ciudad más italianizada de todo Suiza. Su mayor atractivo es una fortaleza medieval, que cuenta con tres castillos perfectamente conservados. Es como viajar al centro de un cuento de hadas. Los tres castillos, Castelgrande, Montebello y Saso Corbaro, junto con la muralla, ocupan más de 400 metros cuadrados. Lo mejor es recorrerlos despacio y dejar volar la imaginación.
Valle Verzasca
El Valle de Verzasca es uno de los lugares más visitados de la Suiza italiana. Se le considera un paraíso para piraguistas y buceadores, que se divierten de lo lindo en el río y la presa que hay en el lugar. También es un sitio muy valorado por los senderistas, que tienen allí múltiples alternativas, todas ellas sorprendentes y encantadoras. Los más intelectuales pueden visitar el Museo de Verzasca, con su interesante colección de objetos antiguos.
La bella Romandía
La Suiza francesa, conocida también como Romandía, es famosa por el tour de ciclismo que tiene lugar cada año allí, pero también por sus múltiples atractivos para los viajeros. Hay tres que son especialmente llamativos. Son los siguientes:
Lausana
Una de las mejores propuestas para disfrutar Lausana es darte un paseo por el Lago Leman. Allí mismo, en el puerto de Ouchy, rentan unos barquitos con pedales para hacer una navegación muy entretenida por sus aguas. Cerca de la ciudad están los Viñedos de Lavaux, que son de lo más interesantes. Fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Jungfrau
El Jungfrau es un macizo, cuyo pico más alto lleva ese mismo nombre. Se trata de un lugar alucinante, al que se llega a través de un ferrocarril de cremallera. Allí se ubica la estación de esquí más alta de toda Europa. El lugar tiene una belleza dramática, que enamora. Tiene alojamientos convencionales y alternativos, por lo cual es visitado por muchos jóvenes.
Glaciar Aletsch
El Glaciar Aletsch es el más largo de Europa. Tiene accesos adaptados para todo tipo de personas, incluyendo adultos mayores y niños pequeños. Se llega allí a través de teleférico, desde el encantador pueblito de Bettmeralp. Al subir, queda descubierto ante tus ojos un espectáculo difícil de definir. Cerca de allí está el bosque de Aletsch y varios lugares para tomarte algo, mientras disfrutas del paisaje.
Neuchâtel
La hermosa ciudad de Neuchâtel, también conocida como Neuenburg en alemán, es un destino ideal para los amantes del arte y la cultura. Si vas a este histórico lugar, no puedes dejar de visitar el Laténium, que es el museo arqueológico más grande de Suiza. Así mismo, el Museo de Arte e Historia es otra joya que vale la pena conocer. Los más inquietos pueden dar un paseo por el colorido mercado de la Place des Halles, o hacer una apacible caminata por el lago.
Meta descripcion:
Si te preguntas qué ver en Suiza, la respuesta es: mil maravillas. Es el país más verde de Europa y uno de los que tienen más atractivos en el continente.